Una adecuada política de vacaciones para los trabajadores no solo estimula la productividad laboral. También ayuda a erradicar los factores de riesgo psicosocial y evita contratiempos financieros para la empresa.
¿La era del escritorio permanente llegó a su fin? Al parecer, sí, pues en este 2021 la mitad de las empresas en México están incorporando nuevas formas de trabajo, distintas al esquema presencial.
Tras haber recurrido al home office como medida de emergencia, cada vez más centros laborales comienzan a contemplar formatos híbridos para continuar con sus actividades de oficina en la llamada nueva normalidad.
La flexibilidad laboral ya no se percibe como un mal necesario para salvaguardar la salud: ahora cada vez más empresas la ven como la base para desarrollar un modelo de trabajo inteligente, acorde a las demandas de los trabajadores y a la era de la información.
Si bien estas nuevas formas de trabajo no son de reciente creación (varias se han implementado desde hace décadas en algunas empresas), su expansión sí es un fenómeno reciente. Por ello, veremos en qué consisten y cuáles son sus principales ventajas y contras en el contexto actual de transformación digital entre las pymes.
En México, este mes de julio casi la mitad de las compañías ya labora mediante esquemas flexibles de antaño. Según el termómetro laboral de OCCMundial:
Al ser más ágiles que las grandes empresas, posiblemente un mayor número de pymes decidan incorporar formatos flexibles en los próximos meses, proyecta la bolsa de trabajo. Este escenario iría en sintonía con las demandas de los trabajadores, que según OCC:
Entre los efectos de la pandemia en el plano laboral, destaca el hecho de que el trabajo dejó de verse como un lugar a donde ir, para convertirse en una actividad con un propósito. Tan es así, que el presencialismo ya no será la modalidad laboral por defecto, como destaca Expansión.
Las circunstancias que volvieron necesaria la jornada de trabajo presencial, hace 100 años, ya no son la norma en este 2021. Como nos recuerda el libro “Future Work”, de Peter Thomson y Alison Maitland, en aquel entonces:
Como respuesta al avance tecnológico y al surgimiento de la sociedad de la información, desde fines del siglo XX surgieron las llamadas nuevas formas de organización del trabajo flexible (NFOC).
Adelantándose a la época, en 1996, Peter Drucker señaló que el conocimiento sería la base del trabajo del futuro, en su libro “La gestión de un tiempo de grandes cambios”.
Ahora bien, los modelos alternativos al “presencialismo” son tan variables como distintas son las empresas. Se exponen aquí los principales, ordenados según el grado de libertad que confieren al trabajador.
En esta modalidad laboral, el patrón no establece horarios de trabajo ni lugares para su realización. El trabajador cuenta con una serie de objetivos para cumplir en un tiempo establecido.
A diferencia del outsourcing o de la colaboración freelance, en el esquema de tiempo de calidad sí existe un contrato de trabajo con el empleador.
Un ejemplo es la compañía texana Ryan LLC, en la que los trabajadores pueden acogerse al programa “MyRyan” para trabajar con este formato libre, sin horario obligatorio ni oficina fija. Como resultado, esta firma se encuentra en la lista de Great Place to Work desde el 2016.
Como explica Thomson, este esquema implica pasar de una mentalidad de mando y control a un estilo de liderazgo que capacite a las personas, les brinde retroalimentación a distancia y confíe en que sabrán organizar su trabajo. Sin embargo, el esquema de tiempo de calidad no es aplicable a todos los puestos de trabajo.
Esta modalidad corresponde al home office con horario laboral y las mismas responsabilidades que los trabajadores asumían al acudir a la oficina.
La empresa controla los tiempos de forma remota, mediante una plataforma de comunicación en la que los trabajadores se conectan, colaboran y registran sus momentos de entrada, descansos y salida.
Para el personal, las ventajas de este esquema son la flexibilidad de espacio y la estructuración que da el hecho de contar con un horario fijo para realizar las tareas.
Por su parte, el empleador reduce sus costos de operación, sin perder el control sobre los tiempos de entrega de los resultados.
El esquema “plus” se refiere a una forma de organizar mensualmente el trabajo, en donde los empleados acuden una semana a la oficina, seguida de tres semanas de trabajo remoto.
Para algunos expertos en recursos humanos, el modelo remoto plus combina lo mejor de dos mundos: la independencia del teletrabajo, con la interacción presencial que tanto fortalece las dinámicas grupales y el trabajo en equipo.
De manera similar al remoto plus, el modelo laboral híbrido consiste en combinar la asistencia a la oficina con el trabajo a distancia.
Un ejemplo es el esquema de trabajo 4x10, en el que los trabajadores asisten a la oficina 4 días, seguidos de 10 días de teletrabajo. El modelo 4x10 presenta características peculiares:
Una desventaja del trabajo híbrido es que no funciona para quienes desean una rutina de trabajo establecida, así como para aquellos que por diversos motivos no pueden continuar trabajando desde casa; o, al contrario, no pueden dejar su vivienda por el momento.
Finalmente, existen múltiples medidas de flexibilidad laboral que se pueden combinar, según las necesidades del negocio y sus trabajadores.
Por mencionar algunas opciones:
Esquema |
¿En qué consiste? |
Flexibilidad
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Los empleados hacen trabajo presencial, pero pueden tomar días flexibles en cualquier momento del año, previo acuerdo con sus equipos. |
Cultura de equipo
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Los equipos se ponen de acuerdo sobre su calendario de trabajo, asegurando el cumplimiento de sus metas.
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Licencia por enfermedad no prescrita
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Los colaboradores cuentan con una cantidad de días de licencia por enfermedad no prescrita.
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Flextime
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El trabajo diario no se ajusta a un horario fijo.
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Trabajo compartido
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Dos personas laboran a tiempo parcial, para cubrir las funciones de un mismo puesto de trabajo. |
En México, cualquier cambio laboral debe apegarse a la Ley Federal del Trabajo (LFT). En particular, la ley home office establece lineamientos claros para la migración hacia las nuevas formas de trabajo, como:
Además de cumplir con la normatividad, el empleador debe asegurarse de que los trabajadores cuenten con las herramientas tecnológicas para cumplir con los flujos de trabajo y posibilitar que los equipos virtuales estén motivados, como destaca el Observatorio de Recursos Humanos.
Finalmente, cabe recordar que las nuevas formas de trabajo responden a un paradigma laboral más flexible, en donde el trabajo está orientado a resultados y la productividad depende del nivel de motivación y colaboración entre los equipos.
En tal sentido, se aconseja consultar la NOM 035, que brinda elementos de apoyo para crear un entorno organizacional favorable, tanto en medios virtuales como presenciales.
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